"...No soy la clase de idiota que se deja convencer...." Cuento: Dos hermanas, pero dos hermanas que se aman sin sentido, comienzan una historia.
Ellas siguen su rumbo universitario, su rumbo familiar (cada quien con la suya). Déjame aclarar: son dos hermanas que "creen serlo" (solo que su sangre de primas impiden el motivo ético). Son dos carajas de pinga, que disfrutan la vida, que quieren disfrutarla más y tener a sus panas de la vida para hacer y deshacer como si fueran 4 estúpidas... Son dos carajas que aman ser el juego de la vida, dos carajas que están "CASI" siempre juntas, pero lo cotidiano lo impide.
Ellas juegan a dormir sentadas en una cama, ellas juegan a ver películas que Tarantino no hizo, ellas juegan a ver el sol con la luna (Sí, un eclipse), ellas juegan a verse una con la ropa de otra, ellas juegan al azar con la agenda del celular, ellas juegan a querer sin querer, ellas juegan a engañarse...
Y es que, un juego de amor se trata de algo intocable, se trata de algo prohibido, se trata de algo que duele, se trata de un "sueñito" que algunos deseamos tener, se trata de que dos veces puede doler más que una simpática propuesta... Mañana te diré, lo que por cobarde me callé...
...Un "polvo de media noche" podría curarme el trago amargo, aunque no la verdadera introspectiva.
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